INTRODUCCIÓN.

Comencemos a introducirnos un poco en esto de la fotografía, para los lectores que quieren iniciarse de alguna manera y no saben como hacerlo, es importante que conozcan al menos como es que una imagen es creada para poder comenzar a crear las suyas, comencemos entonces con lo más básico.

Primeramente hay que entender como es que una imagen es plasmada en la película o en un sensor digital. Comencemos entonces con el método que muchos de nosotros conocemos como análogo.

Una fotografía es en esencia una imagen creada por medio de luz, de ahí su nombre. La luz es capturada en una película o filme, hecha a base de una emulsión de aluros de plata que son sensibles a la luz. Cuando un as de luz entra a través del lente u objetivo, plasma una imagen "latente" sobre la película.

Para que esta imagen "latente" se vuelva física, necesita pasar por un proceso químico que conocemos como el revelado de la película. Este proceso se lleva a cabo con un método relativamente sencillo, al menos en blanco y negro (de color ya hablaremos después) por el cual la película pasa por un revelador, que, por decirlo de una manera sencilla, es el encargado de remover todos los aluros que no fueron expuestos a la luz, y el fijador, que es el que se encarga de fijar a la película los que si fueron expuestos, formando de esta manera lo que conocemos como negativo.

Cuando la película ha sido "revelada", se procede al positivado o impresión en papel. Papeles como películas, hay muchos, con distintos acabados como mate, brillante, aperlados etc.

El papel es sometido a la exposición de una lampara que proyecta la imagen capturada en el negativo sobre la superficie del papel, a esta lampara se le conoce como ampliadora, misma que tiene algunas características de gran utilidad de las que hablaremos después.

Una vez expuesta la imagen sobre el papel, se procede a revelarlo, que es similar al de la película, también se necesita un revelador y un fijador. La diferencia es que en esta ocasión obtendremos un positivo.